Frontera entre Venezuela y Colombia FOTO: Archivo |
Hong Kong (China), Tokio (Japón), Kaohsiung (Taiwán), Guyarat (India), Barcelona (España), Hamburgo (Alemania), Miami (Estados Unidos), Manzanillo (México), Colón (Panamá), Zulia y Táchira (Venezuela) y Tulcán (Ecuador).
Esas son los principales puertos marítimos, fluviales y secos desde los que se embarca y por donde se mueve, a lo largo de 20 naciones en todo el mundo, el contrabando que a diario se vende en las calles colombianas y en centros de comercio.
Este delito, que es considerado una amenaza a la seguridad nacional porque se nutre de la plata de las redes criminales de todas las pelambres, hasta de la guerrilla, le genera pérdidas anuales al país de por lo menos de 7.000 millones de dólares. Esa plata serviría para financiar casi la totalidad de lo que costaría el metro para Bogotá.
Luego de casi dos años de un enredado trámite, esta semana el Congreso de la República aprobó la Ley Anticontrabando, que les da más dientes a la Dian y a la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) y aumenta las penas para quienes incurran en este delito, ahora asimilado al lavado de dinero.
Las condenas pasarán de entre 2 y 5 años de cárcel a 8 y 12 años, dependiendo de lo que valga la mercancía detectada y de si se trata de funcionarios públicos, pues la corrupción es una de las principales autopistas por donde se mueve el contrabando.
Así, en la zona de San Victorino, en el centro de Bogotá, una de las que más comercian con este tipo de mercancía, se cuentan historias de policías que, hasta no hace mucho, cobraban en especie –camionetas– el rescate de mercancías incautadas. Esos sobornos fueron legalizados de una manera ingeniosa: los uniformados o sus allegados resultaban ganándose rifas de carros organizados por comerciantes del sector.
El contrabando en el país lo manejan al menos 28 mafias, algunas de ellas con fuertes nexos con la China, a las que el año pasado les incautaron 280.000 millones de pesos y que aún hoy mantienen nexos con dirigentes políticos, especialmente de la Costa.
Poco control
Un documento de la Dian señala que el 96 por ciento de la mercancía que ingresa a Colombia llega por los puertos y aeropuertos. Increíblemente, pese a todos los esfuerzos de la Policía, la aduana, el Invima y el ICA, solo se logra inspeccionar entre el 1,5 y 2,5 por ciento de la mercancía que se nacionaliza.
Así, Colombia está a ciegas frente a lo que realmente ingresa de manera legal a su territorio. A diario, cargamentos de electrodomésticos, telas, ropa y zapatos –los que más pérdidas le generan a la industria nacional– pasan como si fueran otro tipo de artículos, de menor arancel.
Como en el narcotráfico, las mafias crean empresas fachada –que suelen cerrar a los pocos meses– con el objetivo de ingresar mercancía, que varía de acuerdo a la temporada del año.
Sumas que se mueven
La Dian y la Policía calculan que solo los productos en textiles y confecciones alcanzan los 4.000 millones de dólares, los licores cerca de 450 millones de dólares, el calzado 300 millones de dólares y los cigarrillos, muchos provenientes de Paraguay, 200 millones de dólares.
Una de las estrategias es utilizar los documentos con los que legalizan, por ejemplo, un contenedor, para conseguir el paso de otros sin el pago de aranceles. El negocio puede ser redondo porque utilizan los manifiestos aduaneros mentirosos para cobrar devoluciones del IVA, otra vena rota para las finanzas del país.
Por eso, además de aumentar la capacidad de inspección hasta llegar al menos a un 30 por ciento, la Uiaf (Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero) empezará a compartir con las autoridades anticontrabando sus Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS), que han sido claves en los casos de persecución de dinero de la mafia del narcotráfico. La Uiaf y la Dian rastrearán el movimiento de propiedades, pues la Policía sostiene que buena parte del dinero que circula en el país evade el sistema financiero.
Como se trata de un delito cuya esencia es la violación de fronteras, la ley aprobada prevé el fortalecimiento de la cooperación internacional. El general Gustavo Moreno, director de la Policía Fiscal y Aduanera, señala al respecto que el objetivo es tener en los países críticos agregados especializados en el combate del contrabando.
“Esperamos que un futuro próximo podamos tener enlaces de la Dian y de la Policía Fiscal y Aduanera en estos países, para que podamos cotejar rápidamente una información o documentos de importaciones”, dice el general Moreno.
Si bien la nueva norma ha generado resistencia entre los vendedores de los locales –se contempla decomiso de vehículos en los que se transporte mercancía ilegal y el cierre de los establecimientos en los que se detecten productos de contrabando por un valor superior a los 50 salarios mínimos– el objetivo es golpear a los grandes capos.
Aunque las autoridades dicen que los locales de algunos supuestos minoristas pueden mover hasta 5.000 millones de pesos en una semana. Por supuesto, sin una sola factura.
Drones y escáneres
Otra de las apuestas es hacer el control más efectivo con tecnología.
La Policía espera que en diciembre los grandes puertos tengan escáneres que servirán para fortalecer el control del material que sale, y así cerrar puertas al narcotráfico, sino para detectar mercancía de contrabando o dinero o armas que pretendan ingresar ilegalmente.
Pero además, para este año está previsto la compra de dos drones (aviones no tripulados) para la vigilancia de las fronteras con Venezuela, Ecuador y Perú, donde han sido detectadas 289 trochas. Para eso, el Ministerio de Minas y Energía aportó 800 millones de pesos, pues el contrabando de gasolina desde Venezuela es uno de los más costosos para el país.
Y el próximo año está previsto que el Ministerio de Hacienda gire 10 millones de dólares para la compra de dos escáneres móviles que harán controles en 11 puntos detectados por donde circula el contrabando en carreteras.
‘Bandas y guerrilla sacan provecho de ese negocio’
El general Gustavo Moreno, director de la Policía Fiscal y Aduanera, dice que el control de las fronteras será clave para frenar el contrabando. Además, que guerrilla y bandas criminales se lucran de este negocio.
Dice que persiguen 28 estructuras, ¿Quiénes están detrás de esas organizaciones?
Estructuras violentas, armadas, criminales, como las Farc y ‘bracrim’, lo que hacen es nutrirse a través de la extorsión a contrabandistas, pero hay personas que estamos identificando, que son los que lideran ese comercio ilegal.
Muchos de ellos fungen como empresarios legales y lo que hacen es ocupar un espacio que les resta capacidad a los empresarios legales porque no tienen cómo competir.
¿Cuáles zonas preocupan a la Policía?
En el contrabando se manejan temas críticos como el de seguridad nacional. El tema de fronteras terrestres es preocupante como quiera que por las trochas no solamente se mueve contrabando sino que se mueven narcóticos, se mueven armas, tráfico de especies y puede haber un tráfico de seres humanos.
¿Cuántas trochas han detectado?
Con Venezuela tenemos una frontera de 2.219 kilómetros. Hemos detectado 246 trochas, de las cuales 183 han sido reconocidas por los dos países. Y en la frontera Ecuador hay por lo menos 43 utilizadas para mover ilegalmente todo tipo de mercancías.
http://www.el-nacional.com
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