A unas dos horas de camino del sector Guamacho, en la parte montañosa de la población de San Casimiro, funcionarios del Cicpc localizaron muertos y enterrados a tres ciudadanos que habían sido secuestrados el 3 de junio en horas de la mañana, en una finca ubicada en la jurisdicción de San Sebastián de los Reyes, y tres de sus captores cayeron abatidos en un operativo a eso de las 4:00 de la mañana de ayer.
Las víctimas del plagio fueron identificadas como Jaime Carrera Cortegoso, de 65 años de edad, un ciudadano español que llegó a Venezuela cuando tenía 17 años y se instaló en San Sebastián. Obtuvo la nacionalidad venezolana, según versiones de los vecinos.
Producto de su trabajo adquirió una granja avícola en el sector El Vallecito, en la referida población y además compró una hacienda hacia la vía a Guanayén. Generaba fuentes de trabajo a los jóvenes y era una persona muy colaboradora con su gente.
Y sus dos empleados Angel María Seijas y Yorman Acosta, éste último presuntamente un adolescente, cuyos cadáveres desenterrados de una misma fosa, ya estaban en descomposición.
Mientras que sus verdugos, muertos en un cerrado enfrentamiento en el sector Guamacho en la madrugada de ayer, fueron identificados a través de sus respectivos remoquetes como “El Niño” José Luis, Pastor Marrero alias “El Pastor” y Sander Marrero, conocido con el alias de “El Sander”, todos ellos miembros de la banda Johan Funes.
En el sitio del suceso, los funcionarios localizaron dos pistolas, una Glock y una Prieto Beretta, así como un revolver Mágnum. Además practicaron varias detenciones, entre ellos hombres y mujeres que guardan relación directa con el secuestro.
CRONOLOGÍA DEL SECUESTRO
Según el relato de esta historia que causó consternación y repudio entre los pobladores de San Casimiro, Jaime Carrera Cortegoso se acercó a primera hora de la mañana del día 3 de junio a la granja en su vehículo y después saludó a sus empleados de confianza.
Minutos más tarde se apersonó un comando armado sometiendo bajo amenazas de muerte a los ciudadanos y se los llevó a un destino desconocido en un automóvil del cual no se precisaron detalles. Con el pasar de las horas, los hampones se comunicaron con la familia del español exigiendo el pago de 5 millones de bolívares fuertes.
Luego de varios contactos telefónicos y amenazas, los parientes del productor agrícola, después de vender algunas propiedades, lograron reunir 4 millones 500 mil bolívares y entregaron ese botín a los miembros de la banda Johan Funes. Sin embargo, los maleantes incumplieron con su palabra.
Los malvivientes continuaron amenazando a la familia que si no pagaban más dinero procederían a matar al ciudadano español y a sus empleados. Como la situación se tornó sumamente difícil, uno de los parientes de las víctimas consignó una denuncia por secuestro.
Seguidamente se activaron las unidades de Secuestro y la División de Homicidios del Cicpc, bajo las órdenes del comisario Luis Guevara, cumpliendo instrucciones precisas de los comisarios Luis Ollarves y del director de la Redi, Juan de la Cruz Pereira.
Tras varias diligencias de campo practicadas al sur de Aragua, los sabuesos detuvieron a un delincuente identificado con el remoquete de “Angel”.
Luego de los interrogatorios preliminares, el bandido confesó su participación directa en el secuestro de las tres personas y además dijo que esos señores ya estaban muertos.
Afirmando a los investigadores que él sabía donde estaban enterrados los cadáveres, en un sitio especial de la zona montañosa, parte alta del sector Guamacho y además tenía conocimiento sobre el sitio donde estaban escondidos sus compañeros de andanzas.
Los comisarios Ollarves y Pereira, junto con sus homólogos Wilfredo Camejo y Luis Uzcátegui, con un refuerzo de 250 funcionarios de Aragua y el BAE, dirigieron el operativo especial. Se internaron hacia la vereda 1 de Guamacho, en donde se registró un enfrentamiento.
Producto de la refriega, tres bandidos cayeron heridos y, en aras de garantizarles sus vidas, fueron trasladados al ambulatorio de la localidad, falleciendo al ingresaron al citado centro asistencial.
Simultáneamente “Angel” condujo a los sabuesos a la fosa común situada en la montaña, desenterrando a los secuestrados. Durante el enfrentamiento, el cabecilla de la banda resultó herido y huyó hacia una zona boscosa. Se dijo que “El Sander”, hoy muerto, era el segundo al mando de la organización criminal.
Asimismo, vale indicar que el supervisor jefe Luis Rivero, director del Centro de Coordinación Policial Aragua Sur I, siguiendo lineamientos del gobernador Tareck El Aissami a través del dispositivo Plan Patria Segura, se trasladó junto con sus funcionarios a la montaña prestando apoyo y reforzando la seguridad al personal del Cicpc. Se dijo que Guamacho es una barriada sumamente peligrosa bajo el mando de Johan Funes
UNA CAMA DE BILLETES
En el desarrollo de esa historia criminal, Johan Funes, luego de recibir el pago de los 4.5 millones de bolívares a cambio de la liberación de los secuestrados, en señal de victoria por sus fechorías, preparó una cama forrada de billetes y se acostó sobre ella.
Se cubrió el cuerpo con pacas de billetes de altas denominaciones y ordenó a sus secuaces que le tomaran algunas fotografías, mostrando su poderío, armas largas y alzando las manos. Brindó con sus lugartenientes con whisky 18 años.
Presuntamente esos elementos gráficos les fueron entregados a los investigadores del Cicpc. Buscan hasta debajo de las piedras al temible delincuente que mantiene en jaque a los pobladores de San Sebastián de los Reyes y San Casimiro.
De acuerdo al informe policial, la organización criminal está vinculada con una ola de secuestros al sur de Aragua, al abigeato, cobro de vacuna a los productores agrícolas y ganaderos, homicidios y asaltos a las unidades de transporte público. Vale indicar que cuando el equipo de “elsiglo” llegó a la población de San Casimiro a cubrir las incidencias de ese hecho, los pobladores se mostraron agradecidos con la presencia de la gente del Cicpc, señalando que el gobierno regional le estaba dando respuestas a las denuncias sobre la incursión de esa banda de sanguinarios
En el desarrollo de esa historia criminal, Johan Funes, luego de recibir el pago de los 4.5 millones de bolívares a cambio de la liberación de los secuestrados, en señal de victoria por sus fechorías, preparó una cama forrada de billetes y se acostó sobre ella.
Se cubrió el cuerpo con pacas de billetes de altas denominaciones y ordenó a sus secuaces que le tomaran algunas fotografías, mostrando su poderío, armas largas y alzando las manos. Brindó con sus lugartenientes con whisky 18 años.
Presuntamente esos elementos gráficos les fueron entregados a los investigadores del Cicpc. Buscan hasta debajo de las piedras al temible delincuente que mantiene en jaque a los pobladores de San Sebastián de los Reyes y San Casimiro.
De acuerdo al informe policial, la organización criminal está vinculada con una ola de secuestros al sur de Aragua, al abigeato, cobro de vacuna a los productores agrícolas y ganaderos, homicidios y asaltos a las unidades de transporte público. Vale indicar que cuando el equipo de “elsiglo” llegó a la población de San Casimiro a cubrir las incidencias de ese hecho, los pobladores se mostraron agradecidos con la presencia de la gente del Cicpc, señalando que el gobierno regional le estaba dando respuestas a las denuncias sobre la incursión de esa banda de sanguinarios
“EL PARRILLITA” FORMÓ OTRA BANDA
Realizando una investigación periodística de campo en los bajos mundos hamponiles, se conoció que un individuo identificado con el alias de “El Parrillita” militaba en la banda de “Funes”. Ante la avaricia, el hombre le robó un fusil de asalto a su jefe inmediato.
Seguidamente se apartó de esa organización, formando su propio grupo y se dedicó a delinquir. La población de San Casimiro está en poder de dos redes criminales llamadas “Johan Funes” y “El Parrillita”. No obstante los cuerpos policiales les declararon la guerra.
Realizando una investigación periodística de campo en los bajos mundos hamponiles, se conoció que un individuo identificado con el alias de “El Parrillita” militaba en la banda de “Funes”. Ante la avaricia, el hombre le robó un fusil de asalto a su jefe inmediato.
Seguidamente se apartó de esa organización, formando su propio grupo y se dedicó a delinquir. La población de San Casimiro está en poder de dos redes criminales llamadas “Johan Funes” y “El Parrillita”. No obstante los cuerpos policiales les declararon la guerra.
LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | JOSÉ LUIS VALERA
http://elsiglo.com.ve
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