La cancha de fútbol de un club deportivo en la urbanización las 40,
parroquia Ambrosio del municipio Cabimas, se manchó de sangre. Ayer a
las 7.40 de la noche. Luis Miguel Naveda Andara (30) recibió tres
disparos sentado en las bancas. En el lugar habían más de 50 personas
El hombre disfrutaba de un juego de fútbol cuando recibió tres impactos de bala |
Yéssica González
Cabimas
noticias@laverdad.com
La cancha de fútbol de un club deportivo en la urbanización las 40, parroquia Ambrosio del municipio Cabimas, se manchó de sangre. Ayer a las 7.40 de la noche. Luis Miguel Naveda Andara (30) recibió tres disparos sentado en las bancas. En el lugar habían más de 50 personas.
Naveda veía el juego de un torneo local de fútbol. Fuentes policiales informaron que el homicida llegó caminando, "iba tranquilo" y se acercó a su objetivo.
Sigilosamente sacó su arma de fuego, miró a su alrededor y sin mediar palabras le disparó en el pecho y dos veces en la cabeza al caer al suelo. Al joven lo trasladaron hasta una clínica de la zona donde certificaron su muerte. La cancha de fútbol de un club deportivo en la urbanización las 40, parroquia Ambrosio del municipio Cabimas, se manchó de sangre. Ayer a las 7.40 de la noche. Luis Miguel Naveda Andara (30) recibió tres disparos sentado en las bancas. En el lugar habían más de 50 personas.
Naveda veía el juego de un torneo local de fútbol. Fuentes policiales informaron que el homicida llegó caminando, "iba tranquilo" y se acercó a su objetivo.
Según testigos, el asesino aprovechó que los presentes comenzaron a correr, se guardó la pistola entre el cinturón del pantalón y "corrió como un espectador más", huyó por la parte trasera del club, saltó la cerca y llegó hasta una esquina donde lo esperaba un compinche en una moto.
Funcionarios policiales resguardaron el sitio hasta que la Policía científica llegó para realizar las experticias del caso. Trascendió que dentro del club se realizaba un evento para recolectar fondos para una graduación de bachilleres de un colegio privado. El evento quedó suspendido.
Aparentemente el infortunado disfrutó de la fiesta junto a otros amigos y luego decidió ir hasta el área de las canchas. Su homicida lo siguió hasta perpetrar el crimen. Según las primeras investigaciones, Luis Miguel estaba involucrado en hechos irregulares. No tenía oficio definido y su residencia era en el sector Nueva Cabimas. La Policía maneja el móvil de la venganza sin descartar otras hipótesis.
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