Agencias |
Sara Elena Díaz Armenta, de 76 años, fue
asesinada a puñaladas por uno de los hijos que crió desde pequeño y
vivió con él hasta el día de su muerte.
El crimen ocurrió la madrugada
del miércoles, en una vivienda ubicada, en la carretera La Engranzonada,
sector Ilapeca, en la Villa, municipio Rosario de Perijá.
Eduar Chourio fue detenido por
funcionarios del Cicpc. Confesó el crimen ante la policía y dijo que la
había matado “porque no lo dejaba dormir dentro de la casa”.
El cuerpo de la mujer fue encontrado sobre la cama y presentó heridas de arma blanca en su rostro y brazo derecho.
Inicialmente, los familiares
presumieron una muerte natural porque la mujer era diabética y sufría de
la tensión arterial. Sin embargo, los detectives de la policía
científica confirmaron el asesinato al entrar a la casa.
Wilmer Chourio, uno de los hijos
de Sara, llegó a casa de su madre a tempranas horas de la mañana para
despedirse porque se iría de viaje. Al ver que su progenitora no le
abría la puerta decidió ir a casa de una hermana a buscar una copia de
la llave de la vivienda para poder entrar.
“Sara tenía siete hijos y todos
viven en sus diferentes hogares. Por eso, ella vivía sola y tenía el
problema con Eduar que no lo dejaba dormir dentro de la casa por temor a
que cuando consumiera droga le hiciera algo”, comentó una residente
del sector.
Vecinos de la víctima informaron que Eduar es presunto consumidor de drogas y andaba en malos pasos.
Funcionarios del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc)
levantaron el cadáver y lo trasladaron hasta la morgue de LUZ. en
Maracaibo.
Sara Elena residía con su esposo, pero al momento del ataque se encontraba sola en la casa.
Información de:
No hay comentarios:
Publicar un comentario