domingo, 14 de febrero de 2016

Francisco oficia misa en localidad mexicana golpeada por la violencia

Antes de llegar a un campo militar para ser trasladado en helicóptero hacia Ecatepec, el papamóvil hizo una parada frente a un grupo de religiosas que emocionadas le obsequiaron un ramo de rosas blancas.
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El papa Francisco en Ecatepec, México (Reuters)
EL UNIVERSAL
domingo 14 de febrero de 2016
Ecatepec, México.- 
 El papa Francisco oficia el domingo la que se espera será la misa más multitudinaria de su visita a México en Ecatepec, una localidad en las afueras de la capital que como varias ciudades del país se ha visto marcada por la violencia y el crimen organizado.

El pontífice llegó a la localidad de unos 1,6 millón de habitantes un día después de lanzar críticas contra los caminos que llevan al narcotráfico y la corrupción y demandar a la jerarquía católica que se involucre más con la gente para enfrentar las tentaciones del crimen organizado y no quedarse en condenas "genéricas'', informó AP.

La misa del domingo se realiza en un campo de un centro educativo que se estima tiene una capacidad para cerca de 400.000 personas. En el lugar se acondicionó un altar con una imagen de la Virgen de Guadalupe.

Francisco salió a pie la mañana del domingo de la Nunciatura apostólica de la capital y dedicó unos minutos a saludar y bendecir a la gente que lo aguardaba, sobre todo mujeres, niños y enfermos. Luego volvió a la residencia y abordó el papamóvil.
Antes de llegar a un campo militar para ser trasladado en helicóptero hacia Ecatepec, el papamóvil hizo una parada frente a un grupo de religiosas que emocionadas le obsequiaron un ramo de rosas blancas.

En Ecatepec cientos de miles ya esperaban la llegada del papa. Varias pantallas gigantes fueron colocadas a lo largo del camino para seguir minuto a minuto el traslado del papa. La gente comenzó a gritar cuando salió de la Nunciatura y en televisión dijeron que ya iba en camino.

Grupos de jóvenes de las distintas parroquias de Ecatepec animaban la espera con música religiosa, mientras vendedores ofrecían playeras, platos, gorras y pañuelos con la imagen de Francisco, además de figuras de cartón del papa.

"Viene a Ecatepec porque aquí lo necesitamos: han aumentado mucho los secuestros, los robos y la droga, y trae su aliento'', dijo Ignacia Godínez, un ama de casa de 56 años. ``Su mensaje llegará a quien lo necesita, para que sepan que somos más los buenos que los malos''.

Junto a ella, su hija Alejandra Gallardo, de 23 años, dijo que le gusta que el papa sea una persona que "no anda con rodeos, sino que enfrenta los asuntos de forma directa y sin palabras bonitas''.

Ecatepec, en el Estado de México, es una de las localidades más pobladas del país que contrasta por tener zonas con alta pobreza y otras más prósperas, además de zonas industriales. En los últimos años, la inseguridad se ha incrementado y se ha traducido en homicidios y desapariciones.

Las mujeres son uno de los grupos más vulnerables y según el Observatorio Nacional del Feminicidio, por lo menos 1.554 desaparecieron desde 2005 sólo en el estado de México. El gobierno lanzó una alerta de género por estos crímenes en 11 localidades del estado.

Entre los asistentes a la misa estará Petra Arqueta, originaria del estado central de Morelos, quien pasó la noche a la intemperie y bajo un intenso frío para poder estar cerca del papa argentino.

"El papa viene a Ecatepec porque lo necesita y porque la fe se tambalea'', dijo Arqueta, de 62 años. Para ella en Ecatepec "están los pobres y la gente trabajadora y este papa prefiere hablarle a los humildes''.

Junto a ella, en la fila para llegar al campo donde se ofrecerá la misa estaba Conchita Téllez, de 65 años.

"El papa llega a México en un momento muy feo y viene a pedir por nosotros y por todos aquellos que perdieron la esperanza y han sumergido al país en sangre y violencia'', dijo Téllez, originaria del estado norteño de Baja California.

Conchita padece cáncer y llevaba un tapabocas al cuello, pero no le importó pasar 38 horas en el autobús para llegar desde su ciudad de origen hasta Ecatepec.

Durante las más de 30 horas de espera en la fila ambas se han hicieron amigas de Guadalupe Calvo Palafox, de 71 años, y proveniente del estado central de Puebla.

"Yo tengo diabetes pero hoy me siento exultante'', comentó desde el suelo donde descansaba cubierta de cobijas.

El recinto donde se celebrará la misa está fuertemente resguardado por cientos de policías. 
 
 
 

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