El ministro de Defensa de Ecuador, Fernando Cordero, dimitió de su
cargo, días después de una polémica con militares en situación de retiro
por una orden del Gobierno para que el Instituto de Seguridad Social de
las Fuerzas Armadas (Issfa) devuelva 41 millones de dólares al
Ministerio del Ambiente.
"He tomado la decisión de renunciar como ministro de Defensa", dijo en una rueda de prensa.
"Vamos
a ser radicales. Estamos preparando un decreto para prohibir todas
estas prácticas (desiguales)", había anunciado horas antes Correa, en
alusión a las diferencias entre militares por razón de jerarquía en
cuestiones como la alimentación o las pensiones.
Para
el analista político Napoleón Saltos, catedrático de la Universidad
Central, la renuncia de Cordero podría ser una jugada de "distracción" o
un acto del Gobierno para "presentarse como víctima" de los reproches
de ciertos oficiales, sobre todo de militares en situación de retiro.
Consideró
que más allá de las discrepancias, hay un entorno de crisis económica
que estrangula el gasto y que impide al Gobierno superar ciertas
coyunturas.
Asimismo,
recordó que las centrales sindicales preparan protestas para mediados
de marzo en oposición a algunas reformas laborales que los gremios
consideran "antiobreras".
Para el catedrático, con
estas acciones el Gobierno "trata de subsistir y que la crisis económica
no le estalle en este periodo electoral".
Ecuador acudirá a unos
comicios presidenciales y legislativos a principios de 2017, sin el
presidente Correa de candidato, que dejará el poder.
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