Los maleantes huyeron. Los clientes regresaron y
trasladaron al herido hasta un centro de salud, pero ya no tenía signos
vitales Su madre llegó hasta la morgue de Maracaibo a buscarlo.
Desconoce las causas por las que le dispararon. Tenía dos semanas sin
verlo.
Nancy Rodríguez esperaba en la morgue la entrega del cadáver de su hijo. (Foto: José Nava) |
José Antonio González
Maracaibo
jgonzalez@laverdad.com
Diez detonaciones hicieron correr y esconderse a los visitantes de una venta de licores en el caserío La Ranchería, del municipio Machiques de Perijá. Afuera mataron a Franklin Monrroy Simancas Rodríguez, de 37 años. Su madre llegó hasta la morgue de Maracaibo a buscarlo. Desconoce las causas por las que le dispararon. Tenía dos semanas sin verlo.
Nancy Rodríguez no estaba en el lugar, pero los testigos le contaron que el mayor de sus seis hijos estaba desde las 7.00 de la noche en el expendio de licores. Compartía con unos amigos y vecinos.
Dos delincuentes llegaron en una motocicleta, se estacionaron a unos dos metros del grupo; el parrillero se bajó, se le acercó a su víctima y le disparó 10 veces. Todos los tiros entre el pecho y rostro. Maracaibo
jgonzalez@laverdad.com
Diez detonaciones hicieron correr y esconderse a los visitantes de una venta de licores en el caserío La Ranchería, del municipio Machiques de Perijá. Afuera mataron a Franklin Monrroy Simancas Rodríguez, de 37 años. Su madre llegó hasta la morgue de Maracaibo a buscarlo. Desconoce las causas por las que le dispararon. Tenía dos semanas sin verlo.
Nancy Rodríguez no estaba en el lugar, pero los testigos le contaron que el mayor de sus seis hijos estaba desde las 7.00 de la noche en el expendio de licores. Compartía con unos amigos y vecinos.
Los maleantes huyeron. Los clientes regresaron y trasladaron al herido hasta un centro de salud, pero ya no tenía signos vitales.
Rodríguez recordó que su hijo los únicos problemas que ha tenido son riñas. Los oficiales siempre debían intervenir para controlarlo. Juró que desconocía quién quería matarlo. Nunca le comentó que lo amenazaran.
La Policía científica investiga el crimen como una venganza. Investigan el entorno de la víctima. Interrogan a testigos y familiares. Buscan los antecedentes de Simancas y sus posibles enemigos.
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