INTERNACIONALES
VIERNES 15 DE JUNIO DE2012
Al cumplirse tres décadas del conflicto por la soberanía de las islas Malvinas o Falklands, que llevó a una guerra entre Argentyina y el Reino Unido, ayer el Comité de Descolonización de Naciones Unidas aprobó por consenso una resolución que pide a las naciones implicadas reanudar “sus negociaciones a fin de encontrar a la mayor brevedad posible una solución pacífica, justa y duradera” para el conflicto del archipiélago.
El texto, por el que el comité decide mantener a examen el caso, recalca que “la manera de poner fin a la especial y particular situación colonial de las Malvinas es la solución pacífica y negociada de la controversia sobre soberanía que existe entre Argentina y el Reino Unido”.
El texto, por el que el comité decide mantener a examen el caso, recalca que “la manera de poner fin a la especial y particular situación colonial de las Malvinas es la solución pacífica y negociada de la controversia sobre soberanía que existe entre Argentina y el Reino Unido”.
RECLAMO. La presidenta de Argentina, ristina Fernández, llegó ayer a Nueva York donde presentó su reclamo por la soberanía de las islas Malvinas y aseguró que su país quiere reanudar las negociaciones con el Reino Unido sobre la soberanía de las islas Malvinas.
“Queremos la reanudación de las negociaciones, qué culpa tenemos nosotros de lo que nos pasó a los argentinos en 1976”, dijo una vehemente Fernández, en alusión a la fecha en que María Estela Martínez de Perón asumió el gobierno de su país y se rompieron las negociaciones secretas con Londres, que temía la inestabilidad política de la nación sudamericana.
VERGÜENZA. La mandataria argentina reclamó ante el Comité que Reino Unido cumpla la resolución 2065 de la ONU, que insta a los gobiernos de ambos países a abrir negociaciones para resolver la cuestión de la soberanía de las islas, situadas a unos 600 kilómetros de la costa de la Patagonia argentina.
Fernández agregó que ayer “al ver ondear la bandera de las Falkland (nombre inglés de las Malvinas) en el 10 de Downing Street, sentí vergüenza”, en referencia a la residencia del primer ministro del Reino Unido, David Cameron.
Londres promete a malvinenses que los protegerá
Los 3 mil habitantes de las Malvinas, acompañados de funcionarios del Reino Unido, conmemoraron ayer el 30 aniversario de “la liberación” de las islas tras la ocupación argentina de 1982.
Ex combatientes, viudas de militares, los isleños y políticos de ambos lados del Atlántico, encabezados por el secretario de Estado británico para América Latina, Jeremy Browne, asistieron a una serie de actos para celebrar el fin del conflicto, el 14 de junio de ese año.
Esa guerra, en la que murieron casi un millar de personas —la mayoría argentinos—, “está aún muy viva en la memoria colectiva” de los malvinenses, dijo Browne al inicio de los festejos en Puerto Stanley, y recordó que se libró para que los isleños “pudieran decidir su destino”.
Además de una ofrenda floral a los militares caídos, los actos, celebrados en un clima invernal, incluyeron un desfile militar con los regimientos de la Marina, Paracaidistas y la Real Fuerza Aérea que se enfrentaron a los argentinos liderados por Mario Menéndez y una misa en la catedral anglicana de la Iglesia de Cristo.
Ex combatientes, viudas de militares, los isleños y políticos de ambos lados del Atlántico, encabezados por el secretario de Estado británico para América Latina, Jeremy Browne, asistieron a una serie de actos para celebrar el fin del conflicto, el 14 de junio de ese año.
Esa guerra, en la que murieron casi un millar de personas —la mayoría argentinos—, “está aún muy viva en la memoria colectiva” de los malvinenses, dijo Browne al inicio de los festejos en Puerto Stanley, y recordó que se libró para que los isleños “pudieran decidir su destino”.
Además de una ofrenda floral a los militares caídos, los actos, celebrados en un clima invernal, incluyeron un desfile militar con los regimientos de la Marina, Paracaidistas y la Real Fuerza Aérea que se enfrentaron a los argentinos liderados por Mario Menéndez y una misa en la catedral anglicana de la Iglesia de Cristo.
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